Rubéola

14 de mayo de 2024

Datos y cifras

  • La rubéola es una infección contagiosa. La causa un virus que se transmite en gotículas a través del aire y que afecta sobre todo a los niños y los adultos jóvenes.
  • Es la principal causa de anomalías congénitas prevenibles mediante vacunación. Cada año nacen en el mundo unos 100 000 niños con síndrome de rubéola congénita.
  • Cuando una embarazada se infecta por el virus de la rubéola, puede producirse un aborto, la muerte del feto y el síndrome de rubéola congénita en el recién nacido. Los daños más graves pueden ocurrir al principio de la gestación, sobre todo en el primer trimestre.
  • A pesar de que se dispone de una vacuna inocua y rentable, se calcula que en 2022 hubo 17 865 casos de rubéola en 78 países.

Panorama general

La rubéola es una enfermedad vírica muy contagiosa que se propaga con facilidad cuando una persona infectada tose o estornuda. La mayoría de los adultos que la presentan tienen fiebre baja y erupciones en la piel.

Cuando una mujer contrae la rubéola al principio del embarazo, hay un 90% de probabilidades de que el virus se transmita al feto. La infección durante la gestación, sobre todo en el primer trimestre, puede causar aborto, muerte fetal, muerte al nacer y anomalías congénitas, lo que se denomina síndrome de rubéola congénita.

Vacunarse es la mejor manera de no contraer esta enfermedad y no contagiarla a otras personas. La vacuna es inocua y ayuda al organismo a combatir el virus.

A pesar de que se dispone de una vacuna inocua y rentable, se calcula que en 2022 hubo 17 865 casos de rubéola en 78 países.

Desde el año 2000, la Alianza contra el Sarampión y la Rubéola (en inglés) (denominada anteriormente Iniciativa contra el Sarampión y la Rubéola) ha ayudado a vacunar a niños de todo el mundo contra ambas enfermedades, ha salvado cerca de 57 millones de vidas y ha permitido reducir significativamente las anomalías causadas por la rubéola congénita.

Síntomas

En los niños, la enfermedad suele ser leve y causa síntomas como erupciones en la piel, fiebre baja (< 39 °C), náuseas y conjuntivitis leve. Las erupciones en la piel, que se observan en el 50% al 80% de los casos y permanecen de 1 a 3 días, suelen aparecer primero en la cara y el cuello antes de avanzar hacia los pies. La inflamación de los ganglios linfáticos en la parte posterior de las orejas y el cuello es el síntoma más característico. Los adultos infectados, con mayor frecuencia mujeres, pueden padecer artritis y dolores articulares, por lo general durante 3 a 10 días.

Una vez contraída la infección, el virus se disemina por todo el organismo en aproximadamente 5 a 7 días. Los síntomas aparecen habitualmente de 2 a 3 semanas después de la exposición y el periodo más infectante suele ser de 1 a 5 días después de la aparición de las erupciones.

Cuando el virus de la rubéola infecta a una embarazada en las primeras etapas de la gestación, la probabilidad de que se transmita al feto es del 90%. Esto puede causar la muerte del feto o provocarle el síndrome de rubéola congénita. Los lactantes que tienen este síndrome pueden excretar el virus durante un año o más.

Síndrome de rubéola congénita

Los niños con síndrome de rubéola congénita pueden padecer anomalías congénitas que afecten a la audición, la visión y el corazón, así como otros trastornos permanentes, entre ellos autismo, diabetes y disfunción tiroidea, muchos de los cuales requieren un tratamiento costoso, operaciones quirúrgicas y otros tipos de atención caros.

El mayor riesgo de presentar este síndrome se registra en los países donde las mujeres en edad de procrear no están inmunizadas contra la infección por no haber contraído la enfermedad y no haber sido vacunadas. Antes de la introducción de la vacuna, cuatro niños de cada 1000 nacidos vivos nacían con síndrome de rubéola congénita.

Vacunación

La vacuna contra la rubéola contiene una cepa atenuada de virus vivos. Una sola dosis confiere un nivel de inmunidad duradera superior al 95%, que es similar al que genera la infección natural.

Las vacunas antirrubeólicas solo previenen la rubéola (vacunas monovalentes) pero, con frecuencia, se presentan en combinación con otras vacunas, como ocurre con la vacuna contra el sarampión y la rubéola; la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola; y la vacuna contra la rubéola, el sarampión, la parotiditis y la varicela.

Las reacciones adversas a la vacuna antirrubeólica suelen ser leves y pueden consistir en dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, fiebre baja, erupciones en la piel y dolores musculares. En las campañas masivas de vacunación efectuadas en la Región de las Américas, que abarcaron a más de 250 millones de adolescentes y adultos, no se detectaron reacciones adversas graves asociadas con la vacuna. 

Respuesta de la OMS

La OMS recomienda a todos los países que todavía no administran la vacuna antirrubeólica que estudien incorporarla a sus programas existentes y ya consolidados de vacunación contra el sarampión. Hasta la fecha, cuatro regiones de la OMS se han fijado la meta de eliminar la rubéola y prevenir las anomalías congénitas que causa. En 2015, la Región de las Américas se convirtió en la primera del mundo en la que la OMS ha declarado que ya no hay transmisión endémica de esta enfermedad.

El número de países que incluyen la vacuna antirrubeólica en sus programas nacionales sigue aumentando de continuo. Hasta enero de 2024, 175 países de un total de 194 usaban esta vacuna, con una cobertura mundial del 69%. Entre 2000 y 2022, el número de casos notificados se redujo en un 97% (de 670 894 casos en 102 países a 17 865 casos en 78 países). Las mayores tasas de síndrome de rubéola congénita se registran en las regiones de África y Asia Sudoriental de la OMS, donde la cobertura vacunal es más baja.

Previsiones para finales de 2030

Desde el año 2000, la Alianza contra el Sarampión y la Rubéola (en inglés) (denominada anteriormente Iniciativa contra el Sarampión y la Rubéola) ha ayudado a vacunar a niños de todo el mundo contra ambas enfermedades, ha salvado cerca de 57 millones de vidas y ha permitido reducir significativamente las anomalías causadas por la rubéola congénita. A pesar de estos avances, el sarampión sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil prevenible mediante vacunación en todo el mundo. La Alianza contra el Sarampión y la Rubéola, que forma parte de la Agenda de Inmunización 2030 y está orientada por el Marco Estratégico contra el Sarampión y la Rubéola 2021-2030 (en inglés), tiene actualmente como metas revertir la disminución de la cobertura de inmunización en los países, impulsar la recuperación tras la pandemia de COVID-19 y avanzar más rápidamente para eliminar estas dos enfermedades del mundo. Los miembros de la Alianza son: la Cruz Roja Americana; la Bill & Melinda Gates Foundation; Gavi, la Alianza para las Vacunas; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América; la United Nations Foundation; el UNICEF, y la OMS.

La Alianza contra el Sarampión y la Rubéola forma parte de la Agenda de Inmunización 2030 (AI2030), una ambiciosa estrategia mundial para salvar la vida al mayor número posible de personas mediante las vacunas, que son una de las intervenciones de salud pública más exitosas y costoeficaces de todos los tiempos. Se podrían evitar más de 50 millones de defunciones y se ayudaría a establecer sistemas de salud que vacunarían con rapidez a la población y resistirían los efectos de las pandemias.