Artrosis

14 de julio de 2023

Datos y cifras

  • En 2019, alrededor de 528 millones de personas en todo el mundo tenían artrosis; un aumento del 113% desde 1990 (1).
  • Alrededor del 73% de las personas con artrosis son mayores de 55 años, y el 60% son mujeres (1).
  • La articulación de la rodilla es la afectada con mayor frecuencia, con una prevalencia de 365 millones, seguida de las articulaciones de la mano y la cadera (2).
  • Los 344 millones de personas que con artrosis presentan niveles de gravedad (moderado o grave) que podrían beneficiarse de la rehabilitación (3).
  • Con el envejecimiento de la población y el aumento de las tasas de obesidad y traumatismos, se prevé que la prevalencia de la artrosis continúe aumentando a nivel mundial.
  • La artrosis no es una consecuencia evitable del envejecimiento.

Panorama general

La artrosis es una enfermedad articular degenerativa que provoca dolor, hinchazón y rigidez, y que afecta a la capacidad de una persona para desplazarse sin limitaciones.

La artrosis afecta a toda la articulación, incluso a los tejidos que la rodean. Es más frecuente en las articulaciones de la rodilla, la cadera, la columna vertebral y la mano.

Muchos factores pueden favorecer la aparición de la artrosis, como antecedentes de lesiones o uso excesivo de las articulaciones, edad avanzada y sobrepeso. La artrosis afecta en mayor porcentaje a las mujeres que a los hombres.

Se pueden reducir los síntomas realizando ejercicios y llevando una alimentación saludable para desarrollar músculos fuertes, así como manteniendo un peso saludable. En los casos graves, se recurre a la cirugía para sustituir las articulaciones a fin de reducir el dolor y recuperar la movilidad.

Cuando el dolor y la pérdida de la movilidad o funcionalidad se vuelven crónicos, las personas con artrosis a menudo tienen limitaciones para realizar actividades significativas, su bienestar se ve afectado y presentan malestar psíquico.

Magnitud del problema

Entre las afecciones osteomusculares, la artrosis es una de las que contribuye en mayor porcentaje al total de años vividos con discapacidad. Puesto que es más prevalente en las personas de edad (alrededor del 70% son mayores de 55 años), se prevé que la prevalencia mundial de la artrosis aumente con el envejecimiento de la población. El inicio habitual se presenta a una edad próxima a los 50 años y alrededor de los 55, si bien la artrosis también puede afectar a personas más jóvenes, como atletas y personas que padecen lesiones o traumatismos en las articulaciones. Alrededor del 60% de las personas con artrosis son mujeres.

Signos y síntomas

Los síntomas de la artrosis incluyen dolor, hinchazón, rigidez y dificultad para mover la articulación afectada.

Como consecuencia de un movimiento reducido, los músculos a menudo pierden fuerza y las personas pierden la capacidad de realizar actividades físicas.

La artrosis puede afectar cualquier articulación, pero es más frecuente en las de la rodilla, la cadera, la columna vertebral y en las articulaciones pequeñas de la mano. Los músculos y el tejido alrededor de la articulación a menudo se ven afectados.

Los síntomas pueden aparecer lenta o rápidamente después de una lesión o distensión. La artrosis es crónica y, a menudo, progresiva, por lo que los cambios ocurren gradualmente con el tiempo.

En los casos graves, puede hacer que la articulación se vuelva inutilizable y causar dolor a largo plazo. Algunas personas sienten dolor incluso estando en reposo.

Un descenso de la actividad física puede provocar otras afecciones, como enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes.

La artrosis puede empeorar notablemente la calidad de vida porque comporta que la movilidad sea dolorosa y complicada, lo que puede impedir que las personas realicen sus actividades domésticas, laborales o sociales. Esto puede afectar a la salud mental, acarrear problemas de sueño y en las relaciones.

Causas y factores de riesgo

Se sabe que varios factores aumentan el riesgo de presentar artrosis, tales como:

  • lesiones en la articulación, como fracturas, distensiones o por estrés repetitivo durante la práctica deportiva o laboral;
  • enfermedades articulares preexistentes, como artritis reumatoide o gota;
  • enfermedades metabólicas específicas, como la diabetes;
  • obesidad ꟷen especial para la artrosis de cadera y rodillaꟷ, caracterizada por anomalías metabólicas, inflamación sistémica y como factor que contribuye a una carga excesiva en las articulaciones;
  • causas genéticas;
  • factores sociodemográficos (edad, sexo femenino).

Prevención y control

Se han propuesto varias estrategias de prevención clave para prevenir la artrosis y controlar el avance de la enfermedad. En particular, la reducción del uso excesivo de las articulaciones (por ejemplo, en relación con la carga de trabajo) y la promoción de modos de vida sanos (como realizar actividad física habitual o mantener un peso corporal saludable) cumplen un papel importante.

Tratamiento y manejo

En el manejo de la artrosis suelen intervenir diferentes trabajadores de la salud, quienes contribuyen al establecimiento de una estrategia de rehabilitación adaptada a las necesidades y preferencias de una persona.

El diagnóstico precoz y el cumplimiento de un plan de tratamiento son las mejores medidas para retrasar la enfermedad y optimizar la funcionalidad.

El ejercicio puede fortalecer los músculos afectados y ayudar a la movilidad. Otros enfoques terapéuticos pueden mejorar la movilidad de la articulación y permitir que las personas continúen realizando sus actividades cotidianas.

Los dispositivos ortopédicos y otras tecnologías de apoyo pueden ayudar a que las personas mantengan su independencia cuando las dificultades para realizar movimientos vayan en aumento.

Se pueden recetar medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para controlar el dolor.

La cirugía para sustituir las articulaciones puede reducir el dolor, restablecer la movilidad y mejorar la calidad de vida de la mayoría de las personas con articulaciones gravemente afectadas. Estas cirugías se realizan con mayor frecuencia en la cadera y la rodilla.

Es importante mantener un peso saludable, así como que se ofrezca información y asesoramiento a las personas a fin de ayudarlas a controlar sus síntomas y realizar tareas relacionadas con el trabajo.

En la mayoría de las directrices se indica que los analgésicos opioides, la glucosamina y los viscosuplementos no son eficaces para la artrosis y no existen pruebas suficientes que indiquen que el tratamiento con células madre sea beneficioso.

Cuidado personal

El cuidado personal es una parte importante del manejo de la artrosis. Ofrecer información y apoyo a las personas puede ayudarlas a que aprendan a lidiar con los efectos físicos y mentales de la enfermedad. Las personas con artrosis deben ponerse en contacto con un trabajador de la salud para elaborar un plan de atención personalizado.

Los síntomas y el riesgo de que la enfermedad avance pueden reducirse mediante actividad física y manteniendo un peso saludable.

Respuesta de la OMS

La OMS está tomando medidas para ampliar el acceso a la atención de las personas con artrosis de diferentes maneras:

Iniciativa Rehabilitación 2030 de la OMS:

El conjunto de intervenciones de rehabilitación proporciona información sobre intervenciones esenciales para la rehabilitación (incluidos los productos de apoyo) y recursos humanos y materiales acerca de 20 afecciones de salud, incluida la artrosis.

Decenio del Envejecimiento Saludable de las Naciones Unidas:

La OMS recomienda una reorientación de los sistemas de salud y atención para promover un envejecimiento saludable y atender las diversas necesidades de las personas de edad más avanzada.

El enfoque relativo a la atención integrada para personas mayores (AIPM) promueve la evaluación centrada en las personas de edad avanzada para orientar el diseño de atención médica y social personalizada, especialmente de intervenciones de atención a largo plazo. Se proporcionan recomendaciones específicas para prevenir la pérdida de la capacidad locomotora y psicológica debido al dolor.


Referencias bibliográficas

1. GBD 2019: Global burden of 369 diseases and injuries in 204 countries and territories, 1990–2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019. https://vizhub.healthdata.org/gbd-results/.

2. Long H, Liu Q, Yin H, Diao N, Zhang Y, Lin J et al. Prevalence trends of site-specific osteoarthritis from 1990 to 2019: Findings from the global burden of disease study 2019. Arthritis Rheumatol 2022; 74(7): 1172-1183.

3. Cieza A, Causey K, Kamenow K, Wulf Hansen S, Chatterji S, Vos T. Global estimates of the need for rehabilitation based on the Global Burden of Disease study 2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019. Lancet. 2020 Dec 19; 396(10267): 2006–2017.