Cómo mejorar el aislamiento de tu casa

Aislamiento térmico y acústico: todo son ventajas

El aislamiento de viviendas no solo mejora el confort y la calidad de vida de quienes habitan en ellas, sino que también representa una inversión inteligente para reducir el consumo de energía y proteger nuestro entorno.

El aislamiento térmico te ayudará a mantener una buena temperatura en casa sin gastar una fortuna en calefacción (sea del tipo que sea) o climatización. Y también será más fácil refrescarla en verano.

El aislamiento acústico, aumenta el confort, la privacidad y el valor de la propiedad, al limitar la exposición a los ruidos externos indeseados. Según la Agencia Europea de Medioambiente uno de cada cinco europeos están expuestos a niveles de ruido prolongados nocivos para la salud.

Los beneficios del aislamiento

Tener un buen aislamiento en una vivienda implica varias ventajas:

• Reducir el consumo de energía para climatización, que se puede quedar en la décima parte con un buen aislamiento.
• El ahorro de dinero al mejorar el aislamiento es muy sustancioso, unos 1.000 euros al año para una vivienda tipo de 90 m².
• Mejora del confort al mantener una temperatura más estable a lo largo de todo el año.

• También repercute en el aislamiento acústico, reduciendo el nivel de ruido externo, ayudando a mejorar el descanso.

Normas de aislamiento

Si tu vivienda es nueva, cumplirá los requisitos del Código Técnico de la Edificación actual, que exige unos espesores de material aislante de 17 cm y unas ventanas con doble acristalamiento y rotura de puente térmico, entre otras cosas.

Sin embargo, el 50% de las viviendas en España son anteriores a 1980, por lo que tienen unos aislamientos deficientes si no se han reformado después. En el caso de que el edificio se haya construido después de 1980, ya incorporará aislamiento térmico, pero no con los niveles que se exigen ahora.

Cómo saber si necesito aislar mi vivienda

El primer indicio te lo va a dar la temperatura dentro de casa: si es demasiado baja en invierno o muy cálida en verano, posiblemente tienes un mal aislamiento.Si además hay condensaciones en las ventanas, humedades en alguna pared, tienes filtración de aire por las ventanas o las cajas de las persianas... o claro, si sufres muchos ruidos molestos, está claro que te conviene mejorar el aislamiento.

Cómo se aísla una vivienda

Para evitar que el calor (o el frío, si tienes puesto el aire acondicionado) que produces dentro de casa se te escape hacia el exterior, tienes que interponer un material que conduzca mal el calor, un aislante.

La capacidad para aislar de un material se mide por la cantidad de energía que deja pasar cuando hay una diferencia de temperatura entre sus dos caras. Este valor se expresa en W/m² ºC y se llama “coeficiente de transmisión”: cuanto más bajo es ese coeficiente, mejor es el aislante.

Actuar en muros, techos y ventanas

Para que un edificio sea eficiente, debe tener materiales aislantes en todas las paredes que dan hacia el exterior y en el tejado. También debe haber aislamiento en los suelos y techos de cada vivienda.

Si necesitas reforzar el aislamiento de tu casa, la manera de aplicar el aislante dependerá de cómo esté construido tu edificio. Te puedes encontrar con estos dos casos:

• Los muros exteriores tienen una cámara de aire que está vacía: en ese caso, puedes inyectar un aislante (en forma de espuma, fibras o bolitas) que rellene esa cámara. Para ello, se hacen unos taladros a distancias regulares, se introduce el aislante y luego se tapan los agujeros. 
• Los muros no tienen cámara de aire: tendrás que usar un aislante en placas que se pegan al muro por el exterior o por el interior. El aislamiento por el exterior solo se suele poner cuando se hace una obra de rehabilitación en todo el edificio, ya que supone poner andamios, cambiar la fachada, etc. El aislamiento interior puedes hacerlo por tu cuenta, aunque te robará un poco de espacio dentro de casa.  

Materiales aislantes: ¿cuál es el mejor?

En el mercado hay diversos materiales de origen natural o sintético que se usan para aislar. Algunos vienen como paneles rígidos que se pegan al muro y otros se presentan como fibras o elementos sueltos que se pueden inyectar en los huecos o proyectar sobre las paredes.

Al elegirlo, ten en cuenta las características que distinguen a un buen material aislante:

• No desprende sustancias tóxicas
• No es inflamable ni produce humo tóxico
• Resiste a los insectos
• No absorbe humedad
• Deja pasar el vapor de agua, pues si es totalmente impermeable se pueden formar humedades en las paredes al condensarse el vapor que no consigue atravesarlas.

Aislantes naturales

Entre los de origen natural, son recomendables:

• Fibra de celulosa, un aislante térmico y acústico óptimo por sus cualidades ecológicas y bajo precio. Transpira, es inmune a los insectos, tiene buena resistencia al fuego y, en caso de incendio, no desprende vapores peligrosos. Se puede insuflar fácilmente en forma de fibras en las cámaras de aire.
• Arcilla expandida: un aislante natural que es inerte, resiste a los insectos y roedores, no produce emisiones tóxicas ni requiere materiales contaminantes para su colocación, es incombustible y no emite humos tóxicos en caso de incendio. Se presenta en forma de gránulos de distintos tamaños.
• Fibras de madera con lignina o mineralizadas, que también sirven para el relleno de cámaras.
• Lanas de vidrio y roca, también naturales, se usan para suelos y paredes. No se queman ni se pudren y son permeables si no vienen encapsuladas en plástico.
• Planchas de corcho: es un material rígido que se puede pegar a las paredes. Es ligero, elástico e impermeable, resiste bien al fuego y no emite sustancias nocivas ni humos tóxicos si hay un incendio.

Materiales sintéticos

Son también muy prácticos y utilizados. Entre ellos, destaca:

• Poliestireno: puede ser expandido (el corcho blanco formado por bolitas) o extruido. La composición es la misma, pero el extruido es más denso e impermeable, lo que le convierte en el único aislante que se puede mojar. Se utiliza en forma de planchas para aislar techos y paredes. Si se prende, se apaga solo, pero puede llegar a desprender algún vapor tóxico.
• Poliuretano: actualmente está compuesto por petróleo y azúcar, lo que ha mejorado su impacto ecológico al eliminar el CHFC de su composición. Se suele proyectar sobre las paredes, donde al secarse forma una espuma que es impermeable y resistente a los productos químicos.

Ventanas

Lo más recomendable son las ventanas con los marcos oscilobatientes de PVC con dos cristales de 4 mm y cámara de aire de 16 mm entre las dos láminas de vidrio. El precio de este tipo de acristalamiento es alto, pero puede reducir el consumo a una décima parte de lo que se gasta con una ventana simple y, si se combina con reforzar el aislamiento de los muros, conseguir que la vivienda pase de una calificación energética D a una A.

¿Cuánto cuesta aislar una casa?

Ninguno de estos materiales es especialmente caro, aunque las obras para instalarlos pueden encarecer algo la reforma.

De 1.200 a 6.000 euros para un piso de 90 m²

Si es posible, combinar varias medidas puede ofrecer mejores resultados a la hora de mejorar el aislamiento de nuestras viviendas. y, ya puestos a meterse en obras, es mejor hacerlo todo de una vez.

Por ejemplo, si contásemos con un presupuesto de 6.000 para un piso de 90 ^m2 en una segunda planta, con orientación norte y viviendas colindantes, en una zona térmica como la de Madrid, se podrían acometer las siguientes medidas:

• Aislamiento de paredes. Supondrá el 60% del presupuesto, unos 3.600euros. Los materiales usados son lana mineral o fibra de vidrio, que tienen alto coeficiente de aislamiento térmico y acústico, buena resistencia al fuego y la humedad. Para climas templados como el de Madrid se recomienda un grosor de 10cm. El ahorro energético será de hasta un 70% en calefacción y refrigeración. Y la reducción del ruido, hasta 35dB.
• Aislamiento del suelo. Se llevará el 20% del presupuesto, unos 1.200 euros. Los materiales serán láminas de corcho o paneles de fibra de madera de 2cm, que tienen buena capacidad de aislamiento térmico y acústico y son un material sostenible. El ahorro energético será de hasta un 10% en calefacción y refrigeración. Y la reducción del ruido, de hasta 20dB.
• Aislamiento de ventanas. Supondrá el 20% del presupuesto, unos 1.200 euros para dos ventanas. Serán de doble acristalamiento con cámara de aire y vidrio bajo emisivo (reduce la transferencia de calor), con marco de PVC o aluminio con rotura de puente térmico. El ahorro energético será de hasta un 30% en calefacción y refrigeración. Y la reducción del ruido, de hasta 15dB.

Ayudas para la mejora energética de viviendas

Estas ayudas las gestionan y publican las comunidades autónomas, pero los requisitos, el tipo de obras que se subvencionan y las cantidades son iguales en todas, porque se han fijado a nivel estatal.

Es importante tener en cuenta que hay que justificar un ahorro energético conseguido gracias a los aislamientos implementados, para justificarlo hay que presentar el certificado de eficiencia energética actual y el certificado de eficiencia energética después de la reforma, de ahí la importancia de que estos certificados se realicen adecuadamente.

Las subvenciones cubren desde el 40 % al 80 % del coste de la reforma. Además de las ayudas directas, puedes aplicar deducciones en tu declaración del IRPF.

Al hacer la reforma, puedes aprovechar para cambiar tu actual sistema de calefacción con combustible fósil por otro más sostenible. También hay subvenciones para calefacción renovable disponibles en muchas comunidades autónomas. 

Con el objetivo de afrontar el reto demográfico, estos importes se ven incrementados en un 5% en aquellos municipios con menos de 5.000 habitantes o en municipios con menos de 20.000 habitantes en entornos rurales cuyos diferentes núcleos de población tengan menos de 5.000 habitantes.

Además de las ayudas directas, puedes aplicar deducciones en tu declaración del IRPF.

Al hacer la reforma, puedes aprovechar para cambiar tu actual sistema de calefacción con combustible fósil por otro más sostenible. También hay subvenciones para calefacción renovable disponibles en muchas comunidades autónomas. 

Más simple, mejor para todos

Uno de los principales problemas detectados por OCU es la falta de uniformidad de las subvenciones, que no se mantienen abiertas a lo largo del tiempo, con plazos diferentes tanto respecto a años anteriores, como entre comunidades autónomas, lo que desincentiva en algunos casos que se lleven a cabo este tipo de actuaciones. Desde OCU insistimos en la necesidad de: 

• Simplificar el papeleo o crear una ventanilla única para la tramitación de las ayudas,.
• Incluir la mejora del confort acústico entre los criterios para recibir las ayudas, y no solo el ahorro de energía. 
• Controlar de manera más estricta cómo se expiden los certificados energéticos de las viviendas, que van a tener un papel clave en este proceso. 
• En el caso de los consumidores vulnerables, deberían poder beneficiarse de subvenciones de hasta el 100% del importe, incluyendo el IVA; sin condicionarlas a ser beneficiarios del bono social, ya que alrededor de 1,2 millones de personas que tienen derecho a él no lo conocen o no saben cómo tramitarlo.
• Por último, la Organización solicita que su abono no supere los 6 meses desde la solicitud.

OCU también te ayuda a aislar y ahorrar

En OCU también trabajamos para conseguir que todo este proceso de renovación sea lo más sencillo posible a través del proyecto europeo HORIS (Home Renovation Integrated Services): un servicio que acompaña a los propietarios a lo largo de todo el proceso de renovación de su vivienda, en especial en lo que se refiere a ahorro de energía y energías renovables. Quienes estén pensando en reformar su casa podrán acceder a una plataforma que, a modo de ventanilla única, centralice los servicios financieros, legales y técnicos que van a necesitar para que todo les resulte más fácil.