Bangkok Noche y Día

13 marzo 2013

por Laurence Ogiela / TETU

Bangkok. Dos sílabas para evocar "la Ciudad de los Ángeles, joyero de gemas divinas, tierra inexpugnable, gran reino prominente, deliciosa capital del reino de las nueve piedras nobles, sede suprema y magnífico palacio, refugio de los dioses y morada de los espíritus reencarnados": en tailandés, ¡su nombre completo tiene 43 sílabas!

Bangkok no sólo es la capital con el nombre más largo del mundo, sino que su tamaño es inmenso. Esta megalópolis de más de 12 millones de habitantes es realmente extensa. Es imposible descubrirlo todo en un solo viaje. O incluso después de varios viajes. Así que tomamos atajos, como si dijéramos su nombre. Lo descubres por distrito, por trozo, por atracción, por zonas favoritas.

Arquitectura real
Si te gusta la historia, los templos, los budas y las pagodas, encontrarás lo que buscas justo en el centro de la ciudad, en el distrito de Ko Ratanakosin, junto al río Chao Praya. Las pagodas doradas y los relucientes tejados de tejas naranjas y verdes del templo Wat Phra Kaew, el gigantesco Buda reclinado del templo Wat Pho, cuyos pies están grabados con inscripciones de sabiduría, y los edificios iconoclastas del Gran Palacio harán las delicias de los amantes de la arquitectura.

Tejados del templo Wat Phra Kaew.

Mientras que los templos están siempre abiertos al público, el Gran Palacio cierra temprano y sigue siendo utilizado por el rey para las ceremonias oficiales. ¡Imposible entrar cuando su majestad está presente! Además, si ves el Rolls Royce real, ten paciencia porque todo el tráfico se detiene hasta que pasa el último coche de la comitiva oficial, ¡y son muchos! Los tailandeses adoran al Rey y nuestro taxista estaba emocionado por ver su silueta.

Cuando visites Bangkok, si bien el Gran Palacio y los sublimes templos adyacentes son de visita obligada, un paseo por el Klhong, la red de canales de la ciudad, y los mercados flotantes son una trampa turística definitiva. Sin embargo, es divertido tomar los transbordadores del río Chao Praya para empaparse del ambiente de la ciudad.

Muévete...
Bangkok desprende tantos aromas embriagadores como nubes de gases de escape. Dado el intenso tráfico en las horas punta y el nivel de contaminación especialmente alto, la mejor manera de desplazarse es el Sky Train, un metro aéreo ultramoderno, rápido y, sobre todo, con aire acondicionado. Es especialmente agradable cuando hay 35 grados en el exterior y la humedad ronda el 80%, pero también es ideal para coger un resfriado.

Como la capital de Tailandia es muy grande, las líneas de metro no lo cubren todo, ni mucho menos. Así que probablemente tendrás que coger un taxi. Los taxis de Bangkok son fácilmente reconocibles por sus brillantes colores: sobre todo rosa, pero también naranja, verde manzana e incluso fucsia. Aunque hay una tarifa especial "farangue", es decir, para extranjeros, la tarifa es especialmente barata. No tiene sentido regatear para conseguir la tarifa local, perderás tu tiempo, tu temperamento y no funcionará. En cualquier caso, rara vez te costará más de tres euros el viaje.

Quienes no tengan miedo a la contaminación o a la conducción deportiva (y no exenta de riesgos), pueden viajar en tuk tuk o en taxi. El primero es un vehículo de tres ruedas adornado con adornos religiosos y el segundo se puede identificar por el chaleco naranja del conductor. Ten cuidado de negociar el precio antes de la salida, de lo contrario tendrás una larga discusión y perderás tiempo a la llegada.

El Buda reclinado del templo Wat Pho

Adicto a las compras, ¡bienvenido!
Los adictos alas compras también encontrarán su felicidad en Bangkok, la capital de las gangas. Tienes que arreglártelas para visitar la ciudad durante un fin de semana para no perderte el mercado de fin de semana de Chatuchak. Se puede llegar fácilmente en el Sky Train, y la estación de Mo Chit se llena de lugareños y turistas cada semana para gastar sus bates. En este laberinto de puestos y tiendas puedes encontrar de todo a precios inmejorables: seda, ropa, accesorios de cocina, objetos de decoración, perritos, peces o gallos de pelea...

Es imposible visitar esta viscosa cueva de Alí Babá en un solo día. Te aburres rápidamente, sobre todo durante la estación de los monzones, cuando la humedad y las repentinas lluvias torrenciales son tales que hasta las cucarachas huyen de ti, pisoteando tus chanclas Prada.

Afortunadamente, hay opciones alternativas para satisfacer tu frenesí de compras. Los mercados nocturnos del Parque Lumpini comienzan al atardecer, cuando el calor es menos sofocante. Un poco menos turístico que el de Patpong, venden igual de falsos en serie. Por supuesto, traes copias de relojes y bolsos de marca por tu cuenta y riesgo.

Si quieres ir de verdad, dirígete a la avenida Sukhumvit, donde se encuentran los centros comerciales más elegantes y las marcas internacionales, y a Siam Square, el distrito comercial más juvenil de Bangkok. Se suceden enormes centros comerciales de estilo americano: Siam Paragon, Siam Discovery Center, Central World Plaza, Emporium, etc.

En Wat Phra Kaeo

Siam Ocean World, el acuario de Bangkok situado en el sótano del centro comercial Siam Paragon, merece una visita en sí mismo. Es una oportunidad tan buena como cualquier otra para escapar del calor y la humedad de la ciudad mientras aprendes.

Justo al otro lado de la calle está el MBK, una tienda legendaria y una visita obligada para cualquier visitante de Bangkok. La cuarta planta es un paraíso para los adictos a los teléfonos móviles: los últimos modelos, las fundas protectoras de todas las formas y colores y los gadgets de todo tipo se venden como churros. Sin embargo, a veces los precios no son mejores que en Francia. Lo mejor es venir con una idea clara de lo que buscas.

Bangkok de noche
Si la vida nocturna de Bangkok ya no es lo que era desde que las autoridades instituyeron el cierre de los bares y clubes a las dos de la mañana. Sin embargo, la ciudad sigue contando con numerosos restaurantes de moda y bares de diseño.

Puedes tomar un cóctel con la cabeza en las nubes en Sirocco, en lo alto de la Torre del Estado, cenar bajo las estrellas en Vértigo, en la terraza que solía ser el helipuerto del Hotel Banyantree, o coquetear con una amiga o un amigo tuyo en el Hotel Banyantree.hotel Banyantree, toma un tête à tête a lo largo del río en el mítico Bar Oriental o come en un entorno psicodélico prístino en el Bed Supper Club.

Silom Soi 4, uno de los barrios gay de Bangkok

Luego, por supuesto, tienes que salir en Patpong, en Soi Boy, el apodo que recibe Soi 4, el callejón sin salida de los bares gay. Tenemos cuidado de evitar los bares gogo de Soi 2 y su increíble juego de ping-pong, y llegamos no demasiado tarde para asistir al alucinante espectáculo de los travestis locales. Nuestro editor, que ha viajado mucho, todavía no se lo puede creer Ciudad de los ángeles o reino de la noche, Bangkok se revela en todas sus facetas a quienes saben descubrirla.