Ayuda y Castigo

La rubia le rompió el labio en la madrugada, él se atendió como pudo y al otro día no quiso asistir a clases ni nada, apenas salió un rato al jardín en el día; momento en que la misma chica le entregó un panquecito venenoso, y tarde en la noche donde conoció a su vecino de cuarto Fay.
Al día siguiente, con las ojeras que no le cabían en el rostro  apenas entró a la oficina de la profesora Kurumi ella se levantó preocupada y le tomó el rosto para  examinar su labio roto. Él se mantuvo en calma, aunque con el cansancio igual ni le provocaba moverse. La mujer le preguntó cómo se había lastimado a lo cual él respondió que jugaba con su buizel y este de un zarpazo le arrancó el piercing, cosa que ella no creyó pero no insistió más y llevó al chico de la mano hasta la enfermería.

─ Pobre de ti. ¿Una paleta luego te hará sentir mejor? ─  bromeó la mujer mientras le terminaba de suturar el labio al pelirrojo pues a este se le notaba que le dolía todo lo que le había hecho.

─ No me gustan las paletas. Prefiero los besitos de coco – respondió él con una pequeña pero picara sonrisa, a lo cual Kurumi rió animada.

─ Es bueno que tu sentido del humor no se haya roto ─ comento divertida. Sabía que él iba en serio pero seguía siendo un alumno.

Luego de aquello el pelirrojo le comenzó a hablar de la razón por la cual no había estado asistiendo a todas sus clases esa semana. El chico esperaba que la profesora le recetara pastillas para dormir pero en cambio ella le propuso que fuera atendido por Traume, su musharna, pues esta se comería sus pesadillas; y así lo hicieron, lo que no sabía el pelirrojo es que el pokémon que le iba a atender recibió órdenes de vigilarlo también. Mientras la musharna y el chico estuvieron juntos conversaron sobre algunas cosas.
El tratamiento fue efectivo pero en la mañana el muchacho se sentía igual de cansado. Fue apenas una hora a clases y antes de irse Kurumi le haló para que se vieran en su oficina cuando pudieran. Tras encerrarse en su habitación, continuó sus intentos por intentar dormir y cuando lo lograba apenas  unos cuantos minutos después era despertado por las pesadillas. Su squirtle y su buizel se acurrucaban a su lado.
Pasadas las cinco fue a la oficina de la peliceleste que justamente estaba sirviéndose una taza de té cuando él llego y se encontraba sentada en el sofá acompañada por Tranen. Luego una breve conversación la mujer le pidió que sacara a sus pokémon y él así lo hizo. Tras observarlos uno a uno le cuestionó si no tenía algo más que decirle en cuanto a la razón de su estado. Demián sabía que ella era una psicóloga con 20 años de experiencia, a demás de que estaba acompañada de dos pokémon psíquicos por lo que era imposible que no lo supiera ya y el hecho de que él le explicara era más como una formalidad pero igual lo hizo.

─Joo habrá que enseñarle modales, los tipos fantasmas pueden creerse mucho si no se les pone un alto ─ los ojos de Tranen brillaron y abrió sus orejas preparando un ataque ─. Si no entiende por las buenas debe ser por las malas Demián. Si sigues así morirás.

─ Espere profesora – no se imaginó que llegarían a tanto.

La litwick de inmediato se hizo invisible e intangible y flotó en dirección a la pared para huir.

─Sino le ponemos un alto seguirá, además no veo que coopere. Regret ─ la chandelure invisible intercepto a la vela para que no huyera-. O mejor dime, ¿qué sugieres?

El muchacho tragó grueso pensando rápido pero no hallaba respuesta ─. Nada… no tengo nada…─ respondió bajando la cabeza.

─Amor rudo Demián. A veces es necesario ─ Regret logro traer a la vela y Tranen uso bola sombra pero no uso toda la fuerza o sería el fin de esta. Eliza fue golpeada por el ataque y quedándose tumbada comenzó a llorar -. Sé que le tienes aprecio pero litwick se alimenta de la energía vital si sigues así sabes que te pasara. Los pokemon fantasmas son los más peligrosos.

─Si profesora.

Kurumi en silencio se levanto y fue hacia la vela sonriendo con cierta maldad, su mirada se torno fría ─. Nadie se mete con mis alumnos y sale ileso. Esto fue una advertencia, Tranen es capaz de mandarte al otro mundo si lo desea ─ susurro sólo a la pequeña litwick y luego sonriente miro al pelirrojo ─. Si se porta mal de nuevo envíala a la caja o bien castígala, yo también tengo un tipo fantasma problemático pero le enseñe modales kuku.

Ese día las inseguridades de Eliza aumentaron; murió joven siendo humana y también podría morir joven como pokémon, su deseo de aferrarse a la vida parecía no valer nada. Con mucho dolor se puso de pie mientras la cera derretida recorría su rostro. 

─ Lo haré profesora. No dejaré que siga abusando de mí – estaba algo incomodo. 

La peliceleste se tomó la libertar de despeinar con cuidado al muchacho tomándolo por sorpresa –. Todo estará bien, aun así vigílala. Sé que fui dura pero era necesario. Intenta acercarte un poco a ella si puedes.

─ E-esta bien ─ respondió algo nervioso ─. Era necesario. Necesita disciplina. Seguiré intentando, quizá ahora me lo permita…

─Bien y si surge un problema o necesitas algo puedes decirme no tengo problemas.

─-Muchas gracias profesora. Intentaré manejarlo por mi cuenta, usted ya tiene muchas responsabilidades. En caso de no poder pediré ayuda de nuevo – respondió ligeramente más animado y regresó a todos sus pokemon a sus pokeball.

─No digas eso eres mi alumno y siempre estaré aquí si tienes un problema, ahora ve y descansa un poco que pareces cadáver fresco kuku.

─Ya voy, ya voy ─ respondió un tanto divertido por el comentario y abrió la puerta para irse.

Esa y la noche siguiente la musharna se comió el resto de sus pesadillas atenuando enormemente las crudas escenas que Darkrai hizo ver al muchacho.




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