Este documental, una entretenida mirada entre bastidores a un jugador de fútbol americano en la cima de su carrera, se beneficia de su acceso y tiene suficiente interés humano para atraer incluso a los no aficionados al fútbol. La clave de Kelce es que es la historia de Jason Kelce como hijo, hermano, marido y padre, no sólo como el popular pívot de los Eagles. Para ello, el director Don Argott pudo pasar tiempo con Kelce y su extensa familia. Es cierto que se trata de un retrato halagador (nunca se sabe lo que queda en el suelo de la sala de montaje), pero el acceso permite conocer detalles como que conoció a su mujer en Tinder y luego se quedó dormido en su primera cita, o que los padres de él y de su hermano Travis estuvieron separados durante años, pero siguieron viviendo bajo el mismo techo para criar a los niños. La cámara está en la habitación del hotel cuando Kelce regresa a casa tras la derrota de su equipo en el Super Bowl.

La temporada 2022-23 fue importante para Kelce: Consideró la posibilidad de retirarse, ayudó a llevar a su equipo al Super Bowl (donde se enfrentó al equipo de su hermano), lanzó un popular podcast con su hermano y dio la bienvenida a un nuevo bebé. El planteamiento del documental de si se va a retirar o no, no le resultará interesante a nadie que siga la carrera de Kelce (irónicamente, cuanto menos sepas sobre Kelce y el fútbol americano en general, más suspense tendrá esta película). En cualquier caso, sigue siendo interesante ver la emoción y las reservas que subyacen en su decisión, sobre todo sabiendo que aún está por llegar. Una escena especialmente singular le muestra en una mesa con un grupo de jugadores retirados de los Eagles hablando sinceramente de los mejores y peores momentos de su retirada. Del mismo modo, sus lágrimas de reconciliación en una escena final, en la que admite que los retos diarios del fútbol americano proporcionan el fuego que "te mantiene vivo", son una lección para todos nosotros.