Gravedad

Oh, estar asombrado, asustado y entretenido al mismo tiempo: ese es el poder de la magistral película de Alfonso Cuarón. Una meditación atenta y meticulosa sobre la mortalidad, la tragedia y el espíritu humano, Gravity está impulsada tanto por una cinematografía deslumbrante como por la interpretación ingeniosa y compleja de Bullock. Agregue a esto una banda sonora tan bien calibrada que la música realce en lugar de dominar (como muchas bandas sonoras suelen hacer).

Es obvio que se invirtió una enorme cantidad de disciplina en la filmación de Gravity, pero, lejos de hacer que la película sea estéril, la precisión solo sirve para aumentar el impacto de una historia ya impresionante. No hay razón, al menos en este planeta, por la que no sea apreciada como una obra cinematográfica monumental. Esto es para lo que se crearon los efectos 3-D, no para la intimidación grandilocuente y el engaño vacío que afecta a otras películas en 3-D menores, sino para mejorar ingeniosamente una película con una gran imaginación, una narrativa fascinante y un alma verdadera.