Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones

Esta entretenida aventura cómica, repleta de estrellas, aprovecha al máximo su temática de "inadaptados en una misión". Los guionistas y directores Jonathan Goldstein y John Francis Daley superan con creces las expectativas, que, hay que reconocerlo, son bastante bajas para las películas de género basadas en juegos. La historia de Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones consigue ser atractiva, divertida y, en ocasiones, conmovedora, pero también desenfadada y no excesivamente violenta. Y es significativo que los personajes masculinos y femeninos principales sean mejores amigos platónicos que no están interesados románticamente el uno en el otro. Los guionistas dan a Edgin y Holga un vínculo similar al de los hermanos: se molestan y se burlan el uno del otro, pero también se apoyan y se quieren incondicionalmente, dejando la tensión romántica (¡frescamente ligera!) a sus amigos más jóvenes Simon y Doric. Pine es un protagonista perfecto, y Rodríguez ha interpretado tantas versiones de una mujer guerrera que uno espera que triunfe sobre muchos enemigos. Los personajes secundarios están igualmente bien interpretados. Grant es divertidísimo como el avaricioso Forge; Page (de Bridgerton) es claramente experta en interpretar a personajes sin gracia y aparentemente perfectos; y Head hace un buen trabajo pasando de su bello personaje de Sombra y Hueso a interpretar a una maga villana que intenta apoderarse del mundo.

El guión de Goldstein y Daley está lleno de chistes y bromas, pero también es serio y dulce, recordando a los espectadores que se trata de personajes con sentimientos profundos y buen corazón. En una escena, Holga visita a su ex marido, al que sigue queriendo. Holga es interpretada por un actor de primera fila en un pequeño pero impactante cameo (¡sin spoilers!), y su conversación es sorprendentemente sustanciosa para tratarse de una relación en una película de acción. Hablando de eso, las secuencias de acción son hábiles sin ser abrumadoras, con peleas que constituyen la mayor parte de los combates hasta el tercer acto. Hay un momento divertido en el que Holga se enfrenta a seis o siete oponentes ella sola, y Edgin confía tanto en sus posibilidades que se dedica a una misión completamente distinta. Las escenas entre Edgin, Holga y la joven Kira también son impactantes, ya que los ladrones deben conciliar sus motivos con lo que la chica realmente necesita de ellos. Y la construcción del mundo, aunque no tan minuciosa como la de El Señor de los Anillos, es suficiente para que el público esté ansioso por una secuela de esta divertida película familiar.