Tornados

Esta secuela, técnicamente notable, apuesta por el encanto de Powell y los tornados de fuego para atraer a una nueva generación de aficionados al cine de catástrofes. Como en el original, la historia de Twisters incluye la trágica pérdida de una joven meteoróloga durante un tornado y dos grupos de cazadores de tormentas que compiten entre sí. A diferencia de la segunda oportunidad romántica entre los ex del original, la secuela del director Lee Isaac Chung ofrece un triángulo amoroso a fuego lento que nunca da al infrautilizado personaje de Ramos, Javi, una oportunidad contra el "carisma de vaquero" del vigilante de tornados de Powell. Dejando a un lado esta subtrama, lo mejor de Tornados no es el guión de Mark L. Smith -que nunca se atreve a abordar la realidad del cambio climático, a pesar de la obsesión de la película con el creciente número de tornados en el llamado Tornado Alley (callejón de tornados) de Estados Unidos-, sino el espectáculo de las secuencias de persecución de la tormenta, ahora con fuegos artificiales y fuego.

La británica Edgar-Jones es una actriz sobresaliente, pero está mal encasillada en el papel de una nativa de Oklahoma; su acento es tan incorrecto que los cineastas deberían haber cambiado el origen de su personaje. Pero, dejando eso a un lado, tiene la vulnerabilidad propia de alguien que vive con el trauma de Kate y la culpa del superviviente. Powell se desenvuelve con naturalidad en el papel de otro hombre aparentemente arrogante y sonriente con profundidades ocultas, y el reparto secundario (sobre todo el equipo de Tyler) incluye un grupo diverso de actores reconocibles aunque infrautilizados, como Sasha Lane, Katy O'Brian, Brandon Berea y Tunde Adebimpe. Y David Corenswet (que parece un joven Campbell Scott) destaca como el socio de Javi que da un giro radical. A pesar de los defectos de la historia, la acción es innegablemente fascinante, con secuencias emocionantes en lugares como un motel, campos, un rodeo y un cine. Se trata de una superproducción de la vieja escuela con un pequeño mensaje de bien hacer.