Not Dead Yet

Esta comedia falla en la parte "cómica" (los chistes son suficientes para sonreír, no para reírse), pero el gran reparto y la interesante, aunque trillada, premisa merecen la pena. Gina Rodriguez es un encanto en sí misma, los fans la recordarán de Jane the Virgin, y aunque la escritura no es tan arcada y astuta en Not Dead Yet, es lo suficientemente atractiva como para que realmente nos preocupemos por Nell y si va a recuperar su ritmo, profesional y personalmente. También es fácil que nos caigan bien sus compañeras de trabajo, sobre todo la Lexi de Lauren Ash, que se lleva la mayoría de las mejores frases y las pronuncia con ligereza.

Pero sobre esa premisa. Desde luego, no es la primera serie de televisión que tiene una estructura de "misterio sobrenatural de la semana", y aunque el desfile de fantasmas invitados que se dejan caer para enseñar a Nell algo sobre la vida es una elección (Martin Mull, Brittany Snow, Mo Collins, ¡abundan las golosinas!), también es un recurso muy cursi. Sin embargo, Not Dead Yet hace una sabia elección y se inclina tanto por el sentimiento como por la comedia, impregnando las travesuras con el tipo de humanidad que puede, a veces, hacer que los espectadores se encariñen con un reparto y disfruten viendo lo que les pasa. Nadie sabe si los espectadores tendrán ese tipo de paciencia en la era del streaming, pero Not Dead Yet es sin duda mejor de lo que parece desde lejos.