La combinación de personajes extravagantes, fantásticas interpretaciones y la voluntad de abordar temas difíciles con sensibilidad hacen de esta serie una ganadora a pesar de sus muchos defectos. Algunos críticos se han quejado de la irregular narrativa de Glee y de su excesiva dependencia de las canciones y los números de baile en detrimento del desarrollo de la historia, pero su sensibilidad hace vibrar a los adolescentes amantes de la música. La atípica mezcla de temas de secundaria, similar a la de Election, High School Musical y Mean Girls, es emocionante, al igual que las apariciones de artistas invitados como Ricky Martin, Gwenyth Paltrow y Neil Patrick Harris.

Si te gusta cantar, el teatro musical o los coros, Glee te hará feliz. Para empezar, cuenta con la presencia de dos grandes nombres de Broadway (Morrison ha protagonizado espectáculos como Light in the Piazza, mientras que Michele es conocida por su estelar trabajo en Spring Awakening). A la diversión se suma el talentoso reparto, que incluye a la siempre fiable Jane Lynch (de Waiting for Guffman, Best in Show y Party Down), una cómica cuyo don para los chistes sin gracia prácticamente garantiza que se robará cualquier escena en la que aparezca.