Patricia Wettig

La doctora Sara se plantea si dejarle la luz encendida y la puerta abierta a Michael, que debe traicionar a Pope para poder ejecutar el plan de huida. Veronica encuentra una serie de pistas que la llevan hasta Montana, pero la abogada se percata de que su aliado más cercano puede ser en realidad su mayor enemigo. Michael, Lincoln y el resto de reclusos intentan huir, pero cuando los guardias hacen sonar la alarma, no está claro quién logrará saltar el muro, quién se quedará atrás y quién perderá la vida.

Unos flashbacks de hace tres años revelan cómo acabaron Lincoln, Sucre, T-Bag, C-Note y Sara en la Penitenciaría Estatal de Fox River y qué llevó a Michael a trazar su elaborado plan para sacar a su hermano de la cárcel.

El hombre misterioso se presenta ante Lincoln y le desvela su relación con malas compañías. Cuando Michael se da cuenta de que Sara tiene la llave para su plan de huida, da un paso más en su relación. Fox River se convierte en una olla a presión cuando aparece un rostro conocido. Tweener debe escoger un bando. Bellick está a punto de descubrir todo el pastel.

Con la fuga en marcha, Michael, Lincoln y los reclusos huyen de la prisión, jugándoselo todo, incluso la vida, para evitar que los capturen. El alcaide Pope y el capitán Bellick inician una implacable persecución para atrapar a los fugitivos. La vicepresidenta teme perder el poder, así como su vida. Veronica investiga una prueba clave que podría demostrar la inocencia de Lincoln.

Westmoreland usa a Bellick para desbaratar el plan de fuga, y Michael se ve obligado a adelantar la huida. Asustado, Tweener le jura lealtad a Michael a cambio de que este le ayude a salir de la cárcel. Michael no tiene más remedio que involucrar a Sara en el plan y traicionar a su figura paterna. La vida de Veronica corre peligro a manos de su mayor aliado, quien tiene una inesperada conexión con un recluso de Fox River.