Durante las últimas décadas del siglo XX, un grupo de compositores del este de Europa, entre los que se destacan Arvo Pärt, Henryk Górecki y el ucraniano Valentin Silvestrov, se alejaron de la vanguardia para volcarse a un estilo más suave de música tonal. Esta decisión estética fue muy popular entre el público. Escuchar la música de Silvestrov es como contemplar la era clásica y el romanticismo a través de un vidrio empañado. Los temas de Kitsch-Musik, un ciclo diáfano de miniaturas para piano, suenan como fragmentos espectrales e improvisados de Schumann, Brahms y Chopin. La interpretación de Alexei Lubimov muestra un claro afecto por esta música. Igualmente fascinantes son las 11 canciones que componen Stufen (Steps), las cuales adaptan fragmentos de poesía rusa y un poema del inglés Keats. La pureza en la voz de la soprano Viktoriia Vitrenko es ideal para estas obras de gran peso emocional; fluyen como las aguas mansas de un lago tranquilo. El disco se completa con cinco encantadoras obras para piano. Las Dos piezas para piano solo fueron estrenadas en 2023 en Berlín, la ciudad en la que Silvestrov se refugió cuando estalló la guerra en Ucrania.