En su segundo y último disco con la formación original, Destiny’s Child se reveló como una fuerza capaz de alterar el paisaje del R&B contemporáneo. La química vocal del grupo convierte canciones tan apasionadamente intensas como “Say My Name”, en clásicos que trascienden el contexto de su época. Beyoncé, que domina buena parte del álbum, apunta a su futuro como innovadora del R&B en “Jumpin’, Jumpin’”, un himno para los clubes que conecta su visión con la de revolucionarias como Missy Elliott.
Otras versiones
- 21 Canciones
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- Apple Music
- Kelly Rowland
- Mariah Carey