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Consejos sobre cómo hablar con su proveedor de atención médica sobre su salud mental

No espere a que su proveedor de atención médica le pregunte sobre su salud mental. Comience usted la conversación. Aquí le damos cinco consejos que le ayudarán a prepararse y le guiarán sobre cómo hablar con su proveedor de atención médica acerca de su salud mental para que aproveche su consulta al máximo.

1. ¿No sabe por dónde empezar para obtener ayuda? Hable con su médico de atención primaria.

Si va a consultar con su proveedor de atención primaria por otros problemas de salud, recuerde mencionar sus problemas de salud mental. La salud mental forma parte integral de la salud. A menudo, las personas con trastornos mentales pueden estar en riesgo de presentar otros problemas médicos, como enfermedades del corazón o diabetes. En muchos entornos actuales de atención primaria es posible que le pregunten si siente ansiedad o depresión, o si ha tenido pensamientos suicidas. Aproveche esta oportunidad para hablar con su proveedor de atención primaria, quien puede referirlo a un especialista en salud mental. También puede visitar nuestra página de ayuda para las enfermedades mentales (en inglés) para obtener información sobre cómo encontrar un proveedor de atención médica o tratamientos.

2. Prepárese antes de su visita.

Los proveedores de atención médica tienen un tiempo limitado para cada consulta. Piense de antemano en sus preguntas o inquietudes y anótelas.

  • Prepare sus preguntas. Haga una lista de lo que desea consultar y cualquier pregunta o inquietud que pueda tener. Es posible que esta hoja de trabajo le ayude a elaborar su lista de preguntas  (en inglés). 
  • Haga una lista de sus medicamentos. Es importante informar a su proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que está tomando. Esto incluye los medicamentos de venta libre (sin receta), las hierbas medicinales, las vitaminas y los suplementos. Es posible que esta hoja de trabajo le ayude a llevar un control de sus medicamentos  (en inglés).
  • Revise su historial familiar. Ciertas enfermedades mentales tienden a ser hereditarias y tener un pariente cercano con un trastorno mental podría significar que corre un mayor riesgo de presentar ese trastorno. Conocer su historial familiar de salud mental  puede ayudarle a determinar si tiene un mayor riesgo de presentar ciertos trastornos. Esto también puede ayudar a su proveedor de atención médica a recomendar acciones para reducir su riesgo y permitir que tanto usted como su proveedor busquen los primeros indicios de alerta.

3. Considere pedirle a un amigo o a un familiar que le acompañe.

A veces es útil llevar a un amigo cercano o a un familiar a su cita. Puede ser difícil asimilar toda la información que le comparte su proveedor de atención médica, sobre todo si no se siente bien. Su acompañante puede darle apoyo, ayudarle a tomar notas y recordar lo que usted y el proveedor dijeron. Esta persona también podría ofrecer información a su proveedor sobre cómo cree que está usted.

4. Hable con sinceridad.

Su proveedor de atención médica solo puede ayudarle a mejorar si usted se comunica de forma clara y honesta. Es importante recordar que las comunicaciones entre usted y un proveedor de atención médica son privadas y confidenciales y no se pueden compartir con nadie sin su permiso expreso. Describa todos sus síntomas a su proveedor y sea específico sobre cuándo comenzaron, qué tan graves son y con qué frecuencia ocurren. También debe compartir cualquier situación de estrés importante o cambios recientes en su vida que puedan estar desencadenando los síntomas.

Algunos ejemplos de los síntomas incluyen:

  • tristeza continua o una sensación de ansiedad o de "vacío";
  • sentimientos de desesperanza o pesimismo;
  • irritabilidad;
  • sentimientos de culpa, impotencia o que no vale nada;
  • pérdida del interés o de la satisfacción de dedicarse a pasatiempos y actividades;
  • disminución de energía o fatiga;
  • moverse o hablar más despacio;
  • sentirse inquieto o tener problemas para quedarse quieto;
  • dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones;
  • dificultad para dormir, despertarse temprano por la mañana o dormir demasiado;
  • cambios en el apetito o en el peso (o ambos);
  • pensamientos sobre la muerte o el suicidio, o intentos de suicidarse;
  • dolores o molestias, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física clara o que no se alivian incluso con tratamiento.

5. Haga preguntas.

Si tiene preguntas o inquietudes sobre el diagnóstico o tratamiento de salud mental que le ha dado su proveedor de atención médica, pídale información adicional. Si un proveedor sugiere un tratamiento con el que usted no se siente cómodo o con el que no está familiarizado, comuníquele sus inquietudes y pregunte si hay otras opciones. Puede decidir probar una combinación de enfoques de tratamiento. También es posible que desee obtener la opinión de otro proveedor de atención médica. Es importante recordar que no existe un tratamiento único para todos. Es posible que deba acudir a varios proveedores de atención médica para encontrar a alguien con quien se sienta cómodo y quizás tenga que probar varios tratamientos diferentes o una combinación de tratamientos para encontrar el que le funcione mejor.

DEPARTAMENTO DE SALUD Y SERVICIOS HUMANOS DE LOS ESTADOS UNIDOS
Institutos Nacionales de la Salud
Publicación de NIH Núm. 22-MH-8094S

Reproducciones

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