La antigua distribución de la primera banda licitada y desplegada de 5G, la de 3,5 GHz, asignaba bloques dispersos a los operadores, de modo que ninguno podía utilizar todo el espectro en la transmisión de la señal.
El 22 de febrero el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital publicaba la Orden IPN/CNMC/039/21 que obligaba a los operadores a coordinarnos para reordenar nuestras frecuencias de modo que cada operador tuviera todas aquellas asignadas en él ubicadas de forma continua en el espectro, dando un plazo de 6 meses para hacerlo.
Y efectivamente, el 22 de agosto tras la reordenación de las bandas de frecuencia asignadas a cada operador, todos tenemos un espectro continuo de frecuencias. Tras esta reordenación, las frecuencias quedan distribuidas así:
De este modo todos los operadores disponemos de un espectro contiguo. El espectro de Orange está entre 3,6 y 3,71 GHz. Antes de esta reordenación, Orange sólo utilizaba 60 MHz (entre 3,6 y 3,66 GHz). Y como la velocidad de transmisión es directamente proporcional al espectro utilizado, al aumentar el uso del espectro, los usuarios disfrutarán de mayor velocidad y una mejor experiencia.
